19 mar 2010

Louise Michel



Louise michel nació en Vroncourt-la-Côte (Marsella), en 1830. Revolucionaria francesa, anarquista, escritora, poetisa, educadora y una de las principales figuras de la Comuna de París, desesperadamente en un último intento de rechazar las tropas del 61 batallón de Versalles,a causa de lo cual fue deportada a Nueva Caledonia. Allí se interesó vivamente por los nativos canacos. Amnistiada, regresó a Francia en 1880, dedicándose a propagar el ideario anarquista por todo el país y algunas naciones europeas, mediante conferencias y escritos que suscitaban gran expectación. Pasó gran parte de su vida en la clandestinidad, el exilio, la cárcel o en peligro de ser encerrada en un manicomio.
Utilizó el pseudónimo de Clémence, y fue también conocida como Vierge Rouge ('Virgen roja') y Bonne Louise ('La buena Louise'); hoy llevan su nombre instituciones educativas y culturales. Escribió varias obras de poesía, teatro, narración y opinión política y numerosos artículos periodísticos.


Era hija natural de Etienne-Charles Demahis, propietario del castillo de Vroncourt, y una de sus sirvientas, Marianne Michel.Se crio en el propio castillo, considerada por la esposa de Demahis, Charlotte, como su propia nieta. Recibió de ellos una educación volteriana y republicana inspirada en los ideales de Voltaire y Jean-Jacques Rousseau, aficionándose pronto al piano y a la lectura. En sus memorias, Louise Michel recuerda su infancia como un periodo muy feliz de su vida.
En 1845 murió su padre, y en 1850 debió abandonar Vroncourt, expulsada por sus hermanastros, y con la prohibición expresa de utilizar el apellido Demahis. Marchó a Chaumont para obtener un diploma de institutriz, oficio que comenzó a desempeñar en 1853, en Audeloncourt. Pero su rechazo a prestar juramento a Napoleón III le impide entrar en la enseñanza pública. Por ese motivo, entre 1852 y 1855, abre varias escuelas libres en Audeloncourt, Clefmont y Millières(Haute-Marne) invirtiendo la herencia que le habían legado sus familiares. Practica una enseñanza basada en los ideales republicanos y en una pedagogía innovadora, lo que levantará suspicacia entre los padres de sus alumnos y le valdrá alguna que otra amonestación por parte de las autoridades.
En 1856, Louise Michel se traslada a París donde se dedica a la enseñanza sin interrupción durante quince años.En 1862, es socia de la “Unión de los poetas”, y participaba en reuniones de debate. Aunque no adscrita a corriente ideológica alguna, se relacionó con personas vinculadas al pensamiento revolucionario, sobre todo con Théophile Ferré y su hermana Marie, y otros como Amilcare Cipriani, Henri Rochefort y Jules Vallès. En 1865 murió la dueña de la institución en que trabajaba, Madame Vollier. En este mismo año, abre una escuela en el 24 de la calle Houdon, y crea otra en la calle Oudot en 1868. Le interesa la literatura y publica varios textos, en particular unos poemas que firma bajo el seudónimo "Enjolras".Al mismo tiempo, escribía versos y artículos, que enviaba a Víctor Hugo y a periódicos como La Jeune France (La joven Francia).
En 1870, tras la derrota de Napoleón III en Sedán ante los prusianos poniendo fin a la dictadura imperial, y una vez proclamada la Tercera República Francesa el 4 de septiembre, grupos de revolucionarios, entre los que se encontraba Louise Michel, trataron de obtener armas en el Ayuntamiento de París para liberar Estrasburgo de las tropas prusianas.Louise entra a formar parte del Comité de Vigilancia del barrio de Montmartre, una de las asociaciones vecinales que se crean en cada distrito parisino para organizar la defensa de la capital. Allí conoce al militante blanquista Théophile Ferré con el que mantendrá una relación sentimental.
En París cercado por el ejercito prusiano, el Gobierno de Defensa Nacional refugiado en Versalles y las fuerzas republicanas radicales parisinas competían por la supremacía política desde septiembre de 1870. Louise Michel es entonces seguidora del movimiento revolucionario fundado por Louis Auguste Blanqui. En los últimos meses del año, participa en sendas manifestaciones populares, y en enero de 1871, cuando las tropas del general Trochu abren fuego contra la multitud delante de la alcaldía de París, Louise, vestida de guarda nacional, responde disparando.

Está en primera fila de los acontecimientos de los 17 y 18 de marzo 1871, que marcan el inicio de la Comuna de París. Cuando el gobierno de Versalles envía sus tropas apoderarse de los cañones de la Guarda Nacional emplazados en la colina de Montmartre, Louise Michel es presidenta del Comité de Vigilancia del distrito XVIII. Como tal, encabeza la manifestación de mujeres que impedirá que los cañones pasen a manos de los "Versalleses", y logrará que los soldados confraternicen con los guardias nacionales y el pueblo parisino.
Louise mantiene una destacada labor social y militante en los apenas dos meses que dura la sublevación parisina. Anima el "Club de la Revolución" y sus milicias, y consigue del alcalde del distrito de Montmartre, Georges Clemenceau, la creación de comedores para los niños del barrio. Organiza también un servicio de guarderías infantiles en toda la capital, y apoya ideas como la creación de escuelas profesionales y de orfanatos laicos.
Cuando las tropas del gobierno de Versalles asaltan París en abril-mayo de 1871, combate, fusil en mano, en las barricadas de Clamart, Neuilly e Issy-les-Moulineaux. Participa como enfermera, recogiendo y atendiendo a los heridos, y recluta mujeres para llevar las ambulancias. Como guarda del 61º batallón de Montmartre, lidera un batallón femenino cuyo coraje destacará en las últimas batallas libradas por los comuneros, en el cementerio de Montmartre y en Clignancourt, donde muchas de sus compañeras pierden la vida. Louise logra escapar, pero se entrega a las autoridades a los pocos días, para obtener la liberación de su madre que había sido arrestada en su lugar. Théophile Ferré es detenido a su vez: será ejecutado en noviembre de 1871 y Louise le dedicará el poema les oeillets rouges (los claveles rojos). En diciembre de 1871, es llevada ante el 6° consejo de guerra bajo la acusación de intento de derrocar al gobierno e incitar a los ciudadanos a tomar las armas en defensa propia. La condenan a diez años de destierro después de haber declarado en el juicio:
"No me quiero defender. Pertenezco por entero a la revolución social. Declaro aceptar la responsabilidad de mis actos.(...)Ya que, según parece, todo corazón que lucha por la libertad sólo tiene derecho a un poco de plomo, exijo mi parte. Si me dejáis vivir, no cesaré de clamar venganza y de denunciar, en venganza de mis hermanos, a los asesinos de esta Comisión."

La Fragata “Virginie” la deporta el 8 de agosto de 1873 (después de pasar 20 meses en prisión) hasta Nueva Caledonia donde pasará una larga temporada.
Al cabo de algunos años, como a otros muchos Comuneros el gobierno de París intenta dar la gracia del perdón pero Luisa Michel rechaza una y otra vez esa gracia del indulto ya que ella declara: “Que no quiere mendigar la libertad”.
Por aquel entonces estrecha una relación duradera con Henri Rochefort, un famoso polemista, y conoce a Nathalie Lemel, otra figura activa en la Comuna de París, que acerca a Louise a las ideas anarquistas. Permanece en Nueva Caledonia por siete años, rechazando el tratamiento especial que se reservaba a las mujeres. Durante esos años, desarrolla una labor educativa con los nativos canacos, por los que tomará partido en la revuelta de 1878, a diferencia de muchos otros deportados comuneros. Funda el periódico Petites Affiches de la Nouvelle-Calédonie y publica Légendes et chansons de gestes canaques. En 1879, se le permite instalarse en la isla de Noumea y se le autoriza a retomar su labor docente, primero como maestra de los hijos de los deportados franceses, y luego en escuelas de niñas.
En julio de 1880 fue amnistiada junto con otros revolucionarios; regresó a Francia, con la idea inicial de volver a crear una escuela para los canacos. El 9 de noviembre entró en París después de casi diez años de ausencia. Se dedicó entonces a pronunciar conferencias en clubes revolucionarios, por todo el país, en aliento del espíritu de la Comuna, con importante asistencia de público. Estudió las teorías económicas anarquistas de Piotr Kropotkin.
Dos meses más tarde de su llegada, su obra La miseria se publica por entregas con enorme éxito. Su pasión militante permanece inalterada, y multiplica conferencias y intervenciones en mitines. En 1883, en un mitín en París, Louise Michel, para desmarcarse de los socialistas autoritarios y parlamentaristas, se pronuncia a favor de la adopción de la bandera negra por los anarquistas.
Ese mismo año, el 9 de marzo, , Louise Michel encabeza, junto con Emile Pouget, una manifestación de desempleados que culmina con el saqueo de tres panaderías de Saint-Germain , y con enfrentamientos con la policía. Luisa es detenida y procesada junto a 60 compañeros, la condena será de seis años de reclusión y 10 años de vigilancia, sin embargo es puesta en libertad a pesar de su oposición, ya que no quería deber nada a la justicia burguesa.
Así saldrá en libertad en 1886, ese mismo años es invitada a pronunciar un discurso el 3 de junio en el teatro “Chauteau-d’Eau” su alocución será tal que el prefecto de policía la detiene y pasará cuatro meses de cárcel a más de recibir una multa de 100 francos.Antes de ello, el 5 de enero de 1885 murió su madre, pero no le fue permitido asistir al entierro. Al poco falleció también el escritor Víctor Hugo.
En enero de 1887 se encuentra en el Havre donde en una reunión de militantes un anciano monje llamado Lucas dispara a quemarropa sobre Luisa destrozándole el oído y otra bala que se alojó en la cabeza. Durante el juicio Luisa pidió indulgencia para su agresor
Por sus discursos incendiarios es arrestada nuevamente y nuevamente liberada.En 1890 participó en una revuelta anarquista en Vienne y fue detenida una vez más; liberada luego, quisieron declararla loca para encerrarla en un internado. Se exilia entonces a Londres (Inglaterra) en 1890 como habían hecho antes otros revolucionarios, y trató de cerca a muchos de ellos: Enrico Malatesta, Léon Blum y otros. Dio también conferencias, ahora para el público inglés. Se ocupó también de recoger fondos para los proyectos y obras anarquistas, y de enseñar en una escuela a los hijos de los exiliados. A su regreso a Francia en 1895, junto con su amiga Charlotte Vauvel, fundarán una escuela de idiomas por un periodo de siete años. Su comportamiento en Londres será el mismo que en París, es decir, socorriendo miserias y trabajando extenuadamente para pagar las deudas que ella contraía para con los demás. Con la ayuda de Sébastien Faure edita el periódico Libertaire (Libertario). Hasta su muerte, publicó artículos y siguió realizando giras por distintas ciudades francesas y algunos países europeos: Holanda, Bélgica, Suiza y Escocia, luchando para evitar la disgregación del anarquismo que a principios del siglo XX estaba produciéndose.
Durante los diez últimos años de su vida, sus actividades fueron constantemente vigiladas por la policía y fue detenida en numerosas ocasiones. Considerada ya como una figura destacada del anarquismo, multiplica las conferencias en Londres, París y toda Francia, y mantiene una participación activa en numerosas acciones reivindicativas a pesar de su avanzada edad.
En marzo de 1904 fue afectada por una neumonía en Toulon, de la que pudo recuperarse. Sin embargo, a principios del año siguiente, regresando de una gira por Argelia que hizo a sus 74 años acompañada por su amigo Ernest Girault, contrajo una nueva infección en la villa alpina de Oraison y falleció tras ser llevada a Marsella. Su cuerpo fue trasladado a París para ser enterrado en el cementerio de Levallois-Perret junto a su madre y los hermanos Ferré. Millares de personas acompañaron la procesión fúnebre, y otros muchos fueron testigos de su paso; oradores anarquistas alabaron la talla moral de Louise Michel, y durante una decena de años su tumba fue escenario de homenajes en su honor. .
En su funeral del día 22 una inmensa multitud la acompaña hasta el cementerio de Levallais-Peret allí toman la palabra sus amigos y compañeros: Aufan, Le Grandais, Girault, Sebastián Faure, Malato, Camélinat y Mme.Séverine...
Sévérine dirá: “Cuando la sociedad acepte ser libre, cuando la miseria material y los odios ancestrales hayan desaparecido del mundo civilizado entonces será recordada y admirada “la buena Luisa” “.
La lucha fue encarnizada. Combatiendo contra fuerzas muy superiores, los comuneros defendían cada barrio proletario, cada casa. Las tropas del gobierno burgués, derrotaron el 28 de mayo de 1871, la última heroica resistencia revolucionaria. Muchos defensores de la Comuna fueron fusilados. Cientos hechos prisioneros y desterrados. Entre estos últimos estaba Luisa Michell.



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