36 Presos saharauis en huegla de hambre en las cárceles marroquíes

36 presos políticos saharauis se encuentran en huelga de hambre en las cárceles marroquíes para denunciar el incumplimiento de los derechos humanos por parte de Marruecos.

•El objetivo de la huelga es denunciar el incumplimiento de los derechos humanos.
•7 de ellos han sido acusados de espionaje por haber visitado los campamentos de refugiados el pasado noviembre.
•Presos de las diferentes cárceles se han ido uniendo a la protestas.
•Denuncian violaciones, torturas, malas condiciones sanitarias y la imposibilidad de contactar con organizaciones de derechos humanos internacionales.


El pasado noviembre un grupo de 7 activistas saharauis viajó a los campamentos de refugiados para visitar a sus familias. Al regresar al Aaiún fueron encarcelados y acusados de espionaje. Actualmente, se encuentran a la espera de un juicio militar cuya pena máxima sería la muerte. Hace 24 días cinco de ellos empezaron una huelga de hambre para exigir un juicio justo. El sexto miembro del grupo se unió a la huelga hace tan solo una semana debido a su débil estado de salud. La séptima implicada está bajo libertad condicional ya que una organización de derechos humanos marroquíes consideró que el aislamiento al que fue sometido en la cárcel le había producido graves daños psicológicos.

El estado de salud de los siete es grave como lo indican las revisiones médicas que se han ido produciendo los pasados días. Los huelguistas sufren pérdidas de consciencia, diarrea, dolor en las articulaciones, en los huesos, cadera y espalda y el nivel de presión en sangre de ayer es de 6/11. Cabe destacar que 4 de ellos fueron traslados al hospital hace dos días debido a la grave situación en la que se encuentran.

Desde el inicio de la protesta suman ya 36 presos políticos saharauis que se han unido a la huelga para denunciar pública e internacionalmente el incumplimiento de los derechos humanos que se da en las cárceles marroquíes y para exigir una serie de condiciones que están contempladas en las leyes marroquíes pero de las que ellos no disfrutan. Denuncian violaciones tanto a hombres como a mujeres, torturas y malas condiciones sanitarias. Exigen el acercamiento de los presos a sus familias cuya escasa capacidad económica les impide visitarles con regularidad; la continuación de sus estudios dentro de la cárcel como hacen los presos marroquíes; atención sanitaria y denuncian la marginación a la que se ven sometidos.